En nuestros días, una de las empresas más relevantes en la industria farmacéutica en México es
PROBIOMED, líder en diversas áreas terapéuticas trascendentales que resultan de gran ayuda para
la práctica clínica del médico en ejercicio y para la atención de la población mexicana.
En esta entrevista, hemos pedido al Ingeniero Jaime Uribe, Director General de PROBIOMED, nos
comparta algunos datos interesantes acerca de la empresa.
Ingeniero Uribe, ¿podría comentarnos acerca de la historia de PROBIOMED
en México, la cual tiene ya más de 50 años. ¿Cómo empezó todo?
Ing. Uribe: La empresa la empezamos hace cincuenta y tantos años, en 1970; la empezó mi papá, y empezamos nosotros fabricando lo que se llama los principios activos o pedazos de los principios activos. Durante las siguientes décadas nos fuimos integrando verticalmente y entonces en lugar de nada más fabricar la materia prima, empezamos a fabricar también el producto terminado. Parte importante de nuestra historia ocurre a finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando decidimos cambiar el tipo de productos que estábamos fabricando. Muchos de los productos que fabricábamos se empezaron a hacer en China y en la India y no podíamos competir, entonces nosotros decidimos competir con conocimiento y con tecnología. Así, una de las cosas que empezamos a hacer fue buscar cómo tener el interferón a través de la extracción sanguínea. Ese tiene su historia, no es tan importante, pero lo que sí es importante es que nosotros después utilizamos la tecnología, que se llama biotecnología y es la tecnología del ADN recombinante, para poder fabricar el interferón y muchos otros productos biotecnológicos que son los que posicionan hoy a PROBIOMED como la biofarmacéutica de México.
Y en un ambiente tan competitivo como lo es el farmacéutico, ¿cómo ha sido el desarrollo y comercialización de productos biotecnológicos en nuestro país?
Ing. Uribe: La biotecnología en nuestro país tiene una historia muy complicada. La historia empieza con nosotros, con PROBIOMED, en los años noventa. Nosotros empezamos a desarrollar la tecnología cuando México entra al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En esa época había diversos prerrequisitos, una serie de patentes y límites de esas patentes que se tenían que cumplir, pero que en realidad no se cumplieron, entonces para nosotros fue un camino muy complicado. Lo primero y más complicado que tuvimos es que los médicos, a los que nosotros proporcionábamos nuestros productos, no creían que ese tipo de tecnología se pudiera hacer aquí en México. Por ello, primero tuvimos esa parte donde decían: “seguro lo importan de algún lado”, pero nosotros desarrollamos toda esta tecnología, o mucha de esta tecnología, aquí en México. Después ha sido siempre una batalla muy complicada porque competimos con las farmacéuticas más grandes del planeta.
Al cabo ya de más de medio siglo de historia,
¿cuáles han sido los retos más importantes que han sorteado?
Ing. Uribe: De los retos más importantes que hemos sorteado, podemos ir un poquito en reversa. El último y más importante es el del COVID. Durante la época del COVID fue sumamente complicado. Nosotros, teniendo conocimiento, mucho conocimiento de la parte biológica, empezamos nuestros preparativos contra esta emergencia en enero o febrero, cuando en México empezó todo en marzo o abril, por ahí empezó todo el tema del COVID. Lo difícil del COVID fue que tuvimos una gran limitación en las materias primas que nosotros utilizamos para fabricar nuestros productos. Nosotros somos la única compañía que fabrica sus propias materias primas en México, la única de biotecnología, digamos. De las otras materias primas, hay muy pocas empresas que las hacen en México, la mayoría se importa. Y la importación de la materia prima es complicada. Pero nosotros, al utilizar tecnología del ADN recombinante, al utilizar tecnología que es la misma que se utilizó para hacer las vacunas, tuvimos mucha dificultad en conseguir algunas materias primas muy importantes, como lo son los medios de cultivo, que se usan tanto para fabricar nuestros productos como para fabricar muchas de las vacunas contra el COVID.
Esta fue una limitación importante, pero la más importante fue el personal. Nosotros somos una compañía de alta tecnología, una compañía totalmente integrada. Entonces, cuando teníamos un brote de COVID en alguna de las áreas de materia prima, el equipo se tenía que ir a su casa. Y no es muy fácil reponer ese equipo con otro equipo, lo que nos ocasionó una dificultad terrible para poder surtir nuestros productos. Y sabemos que nuestros productos son sumamente importantes. Nosotros no descansamos un solo día durante toda la crisis, porque sabemos que hay muchos pacientes que dependen de nuestros productos. Tenemos un producto, que es la eritropoyetina, que si las personas no la utilizan, su esperanza de vida es muy corta, pero si se utiliza este producto, la calidad de vida y la esperanza de vida son muy largas. Entonces, sabemos que nuestros productos son importantísimos y nos tomamos muy en serio esta responsabilidad. Todos, desde el director general hasta toda la gente de la planta, trabajamos en la medida de lo posible, lo que nos permitieron los cercos sanitarios, todos los días de la crisis.
Ese fue el reto más difícil. Anterior a ese tuvimos una crisis financiera en donde nosotros teníamos un producto que era muy importante, y por razones que no vamos a entrar aquí, ese producto ya no lo pudimos seguir comercializando; entonces nos tuvimos que reinventar completamente, entramos en una dificultad financiera muy complicada, me tocó tomar ahí las riendas de la compañía, y salimos avante de esta complicación financiera y nos hicimos pequeños, nos hicimos fuertes, y cuando se sufre, se aprende, entonces aprendimos muchísimas cosas.
Y la crisis anterior a esa fue cuando entró el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La regla era que las patentes que se habían otorgado antes de 1991 no se iban a hacer efectivas en México y eso fue lo que nos llamó a nosotros a invertir grandes cantidades de dinero. Y cuando estoy diciendo grandes cantidades de dinero me refiero a todo lo que tenemos en la compañía para entrar a esta nueva era o esta nueva área tecnológica. Cuando nosotros empezamos a hacer crear biotecnología había muy pocas universidades en el país que hicieran o que nos pudieran ayudar en esto. La inversión que hicimos fue gigantesca. Durante esa parte, muchas de las transnacionales consiguieron que les otorgaran patentes que estaban limitadas por el Tratado de Libre Comercio, entonces eso también fue interesante. México ha sido un mercado complicado, pero estamos aquí porque nuestra intención es mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
En mayo de 2022 se anunció la alianza de PROBIOMED con SANFER, uno de los grupos farmacéuticos más importantes en Latinoamérica. ¿Cuáles son las fortalezas y perspectivas de PROBIOMED con esta alianza?
Ing. Uribe: Nosotros con Grupo SANFER tenemos dos cosas muy interesantes. Primero, la forma que SANFER tiene de entrar al mercado privado, de posicionar sus productos, es increíble. Y eso es algo que nos llamó muchísimo la atención. Esa alianza para nosotros es muy importante. Nosotros tenemos dos mercados: el de las instituciones gubernamentales, porque la mayoría de nuestros productos son para enfermedades crónico-degenerativas, y el mercado privado; y ambos son de gran importancia. Nosotros éramos poco hábiles en el mercado privado. Sí, teníamos nuestras fortalezas, pero no como SANFER, que es la tercera compañía farmacéutica más importante del país porque saben muy bien cómo posicionar sus productos. Entonces para nosotros era una fortaleza muy importante. SANFER no tiene tantas ventas a mercados institucionales y ahí nos complementamos muy bien. Nosotros desarrollamos biotecnología, SANFER tiene un crecimiento más a base de comprar otras compañías, integrar otras compañías en su ecosistema. Entonces, en realidad, es una alianza extraordinaria porque fortalecemos a ambas compañías y eso es algo que nos llamó mucho la atención y que fue muy positivo de esta alianza. SANFER, además, tiene posicionamiento en casi todos los países de América Latina y algo que PROBIOMED ha querido hacer desde hace mucho tiempo es compartir nuestros productos, proporcionar nuestros productos a todos nuestros hermanos de América Latina, entonces eso nos tiene sumamente emocionados.
¿Qué mensaje le gustaría enviar a los pacientes que leen nuestra revista?
Ing. Uribe: Nosotros estamos aquí para mejorar la salud de los mexicanos, verdaderamente mejorar la salud de los mexicanos. ¿Y qué hacemos? Lo que hacemos es por ejemplo lo que hicimos con la eritropoyetina. Antes de que nosotros proporcionáramos este producto al Seguro Social, menos del 5% de los pacientes que necesitan este medicamento tenían acceso, porque el medicamento era muy caro, era traído del extranjero. Cuando nosotros empezamos a fabricar este medicamento aquí y lo empezamos a proporcionar a las instituciones, entonces el acceso fue subiendo. Hoy en día, más del 95% de los pacientes tienen acceso a este medicamento. Y el gobierno, las instituciones mexicanas, pagan por este producto menos del 1% en términos reales de lo que valía antes de que nosotros entráramos al mercado.
Ese es el tipo de cambio que hacemos, no nada más traemos productos que pueden ayudar a la salud, sino que traemos productos que modifican la forma en que las instituciones pueden hacer terapias. Cuando nosotros trajimos el producto rituximab, muchos de los pacientes que necesitan este producto no lo podían utilizar si tenían más de 65 años de edad, porque el precio era muy alto; en cambio, cuando nosotros empezamos a trabajar con esto y cuando hicimos el primer estudio clínico e involucramos a pacientes mayores de 65 años de edad, se modificó la práctica clínica. Hoy en día, la edad no es una limitante para este tipo de medicamentos. Ese es el tipo de cambio que hacemos y es el tipo de cambio que estamos dispuestos a hacer con México, para México.
Muchas gracias, Ingeniero Uribe, por habernos recibido y comentado estos datos, relevantes no sólo como anecdóticos, sino para reiterar la calidad de empresas mexicanas que ayudan y enaltecen el trabajo cotidiano en nuestro país y contribuyen a la salud de toda la población.